La agroalimentación es un sector clave para el desarrollo sostenible y la transformación social. Al estar directamente vinculado con la seguridad alimentaria, el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental, tiene un potencial único para generar un impacto positivo en las comunidades más vulnerables. Desde la cooperación al desarrollo, se pueden impulsar proyectos que no solo mejoran la productividad agrícola, sino que también promueven prácticas sostenibles, el comercio justo y el bienestar comunitario.
Los 5 valores clave de la cooperación al desarrollo
Para que la cooperación al desarrollo sea efectiva, es fundamental que se base en valores clave que guíen su implementación y crecimiento. Estos valores aseguran la sostenibilidad de los proyectos, un valor clave en Qomer, y promueven un impacto duradero en las comunidades beneficiarias. Aquí citamos dichos valores clave:
- Solidaridad: La esencia de la cooperación es la colaboración entre actores con una visión compartida de justicia social y equidad.
- Sostenibilidad: Los proyectos deben estar diseñados para generar un impacto a largo plazo, sin comprometer los recursos de futuras generaciones.
- Respeto a las culturas locales: La participación activa de las comunidades receptoras, reconociendo sus conocimientos, prácticas y costumbres, es vital para garantizar el éxito de los proyectos.
- Transparencia: La confianza entre los diferentes actores involucrados es esencial, y esto se logra a través de la rendición de cuentas y una comunicación abierta.
- Innovación: La búsqueda constante de nuevas soluciones es clave en un mundo en constante evolución.
Cómo cooperar entre empresa privada y entidades sociales
La alianza entre empresas privadas y entidades sociales ofrece grandes oportunidades para el desarrollo social. Las empresas aportan recursos, tecnología y capacidad de gestión. Las organizaciones sociales conocen de cerca las necesidades de las comunidades y aportan una visión centrada en el bienestar social. Para que esta colaboración funcione, es vital que ambas partes compartan una visión a largo plazo. Esta visión debe estar alineada con objetivos de impacto positivo tanto en lo económico como en lo social. Es clave un compromiso y sensibilidad por la realidad de intervención y por contribuir a un mundo mejor sumando esfuerzos.
Qué aporta Qomer y qué nos aporta la cooperación al desarrollo
Qomer es un ejemplo de cómo el sector privado puede colaborar eficazmente en proyectos de cooperación al desarrollo. Desde la cooperación con entidades locales y organizaciones internacionales, Qomer proporciona productos alimentarios de calidad de forma comprometida con una cadena de producción ética, sostenible y socialmente responsable. Qomer ha logrado integrar la sostenibilidad en su cadena de valor, ética, sostenible y socialmente responsable. Con ello contribuye al bienestar de las comunidades rurales donde opera.
Esta relación aporta valor a las comunidades, sino que también ofrece a Qomer acceso a mercados más éticos y sostenibles. Ésto refuerza su compromiso por el desarrollo sostenible. Además, la empresa ha encontrado en la cooperación una fuente constante de innovación, ya que las soluciones desarrolladas también pueden ser aplicadas en otros contextos. Ello mejora su competitividad y capacidad de adaptación.
Un ejemplo claro es la implicación de Qomer en el proyecto liderado por la ONG Enraiza Derechos. El proyecto se llama “Innovación y desarrollo de la cadena de valor de la moringa para la agricultura familiar comunitaria en el sur de Mozambique”. Este proyecto está impulsando la cadena de valor de la Moringa en la agricultura familiar. Su objetivo es mejorar la Seguridad Alimentaria nutricional, y generar reservas alimentarias para la comercialización en el mercado local. Una iniciativa desarrollada por un consorcio de entidades formado por Enraiza Derechos, Zabaju, Fundaçao Encontro y Qomer.
Sumando esfuerzos hacia el Desarrollo Sostenible
La cooperación no debe entenderse únicamente como una colaboración entre organizaciones. En su sentido más amplio, implica la participación activa de todas las partes: gobiernos, empresas, ONG y comunidades. Solo cuando estos actores trabajan de manera conjunta, compartiendo conocimientos y recursos, es posible generar un impacto real y duradero. La cooperación es, en última instancia, una herramienta poderosa para construir un mundo más justo y equitativo.
Por tanto, el desafío actual es construir un modelo de cooperación más inclusivo, donde todas las voces, especialmente las de las poblaciones más vulnerables, sean escuchadas y consideradas. De esta forma la cooperación ya no es vista como un acto de caridad, sino como una verdadera alianza para la transformación social.
La cooperación al desarrollo, potenciada por el sector agroalimentario, tiene el poder de generar cambios profundos en las sociedades. Pero para que esto ocurra los valores de solidaridad, sostenibilidad, respeto e innovación deben ser el núcleo de cada iniciativa. Es además esencial que la colaboración entre actores públicos, privados y sociales se fortalezca día a día.
Si quieres saber más sobre el compromiso social de Qomer, no dudes en contactarnos.
Fotos de Qomer y Enraiza Derechos