El ingrediente natural del que venimos a hablarte hoy está considerado uno de los alimentos de origen natural más completos.
Es una pequeña semilla que tiene una infinidad de beneficios para nuestra salud. Es uno de los alimentos vegetales más completos por su alto contenido de proteínas vegetales. Por eso hoy queremos centrarnos en esta planta nativa de México y Centroamérica que tiene una muy larga historia. ¿Te atreves a adivinar cuál es?
¿Qué es el amaranto?
El amaranto es un género de plantas que pertenece a la familia Amaranthaceae, dentro del género Amaranthus L. spp. Existen aproximadamente 70 especies dentro del género, algunas se cultivan como grano, otras como verdura y otras como plantas ornamentales.
De hecho, la familia Amaranthaceae es la misma a la que pertenecen las acelgas y las espinacas, por lo que ya puedes imaginarte qué pueden tener en común esas plantas con el amaranto.
Esta planta de hojas abundantes tiene flores que varían de púrpuras y rojas a anaranjadas y doradas. Se cultiva en Centroamérica desde hace más de 4 mil años, aunque en la población de Zohapilco ya se usaba (¡en el año 5000 a.C. aproximadamente!).
¿De dónde provienen las semillas de amaranto?
El amaranto ha sido históricamente uno de los alimentos básicos de los indígenas. Mientras que en la cultura maya consideraban el amaranto como un alimento (al que llamaban alegría, tez o xtes, por cierto), los aztecas siempre ligaron esta planta a ritos religiosos.
Desgraciadamente, tras la llegada de la Corona Española, se prohibieron los granos de amaranto porque eran un símbolo de paganismo. En el año 1577 el cultivo más importante para los indígenas era el amaranto y, en cambio, en el año 1890 prácticamente había desaparecido.
Las semillas de amaranto son muy similares a la quinoa pero de menor tamaño. Se obtienen directamente de las panojas o inflorescencias de la planta.
Composición del amaranto
Como te adelantábamos en la introducción, el amaranto es uno de los productos de origen vegetal más completos para el consumo humano.
Es una fuente muy importante de proteínas, vitaminas naturales y minerales. Entre estos, destacan el ácido fólico, niacina, hierro, fósforo y calcio, además de vitaminas de los grupos A, B y C.
Debido a que su grano posee alrededor del 60% de carbohidratos, lo más común es verla catalogada como pseudocereal. Se considera pseudocereal a las especies dicotiledóneas que producen semillas con un contenido de almidón y una apariencia física similar a la de los cereales.
Por cada 100 gramos de amaranto:
- 63,5 gr de carbohidratos
- 13,6 gr de proteína
- 6,7 gr de fibra
- 7 gr de grasa
Fuente: Veggaffinity
Beneficios del consumo de amaranto
Ahora que ya conoces la composición química de las semillas de amaranto (o al menos por encima), vamos a ver qué te aporta cada componente:
- La presencia de fenólicos en el amaranto y todos los productos que derivan de esta planta hacen que tenga un efecto antioxidante.
- Su contenido en fitoesteroles como los betasitosteroles ayudar a mantener o reducir los niveles de colesterol total y colesterol-LDL (el malo) sin afectar al colesterol-HDL (el bueno).
- El ácido fólico ayuda a la regeneración celular y cuida de nuestros tejidos internos, además de ayudar a la formación de glóbulos rojos. El único “problema” es que el ácido fólico es hidrosoluble, y por tanto tu cuerpo no es capaz de almacenarlo, y los restos no absorbidos se eliminan con la orina. Esto significa que debes consumirlo de forma regular.
- La niacina es una vitamina B que ayuda a aumentar el colesterol bueno y reducir los niveles de triglicéridos.
- El hierro, como seguramente ya sabes, es imprescindible para que tu cuerpo fabrique hemoglobina. A la vez, la hemoglobina es imprescindible para mover el oxígeno de los pulmones a distintas partes de tu cuerpo, por lo que ya puedes hacerte una idea de lo necesario que es el hierro en tu dieta.
- El fósforo cumple también una importantísima función en nuestro cuerpo, que no es otra que la formación de huesos y dientes. También ayuda al correcto funcionamiento de las membranas celulares.
Una anotación muy relevante aquí es que, aunque un déficit de una vitamina o mineral concreto pueda afectar a tu salud de forma negativa, un superávit tampoco tendrá un efecto positivo.
Pongamos un ejemplo para verlo más claro: consumir menos hierro del que deberías puede provocarte anemia, pero consumir más de la cantidad recomendada no te convertirá en un superhéroe. Más bien al contrario… Un consumo elevado de hierro puede causar daños tóxicos en tu hígado, articulaciones y corazón.
Y, del mismo modo que pasa con el hierro, también pasa con muchos otros componentes. Por supuesto, hay excepciones, como el ácido fólico (se ha demostrado que un consumo excesivo de B9 o ácido fólico no genera ningún daño). En cualquier caso, siempre es necesario consultar con un especialista antes de tomar complementos vitamínicos de forma regular. No siempre es recomendable.
Cabe destacar que existen estudios donde se ha demostrado que el Amaranto presenta un gran abanico de propiedades en la salud como: antiinflamatorio, antioxidante, hipoglucemiante, hipocolesterolémico, antihipertensivo, efecto sobre la función hepática, antianémico, antialérgico, regulador del sistema inmunitario y antitumoral.
Cómo preparar amaranto en casa
Las semillas de amaranto se pueden consumir de varias formas. Germinadas, convertidas en harina, tostadas, hervidas, hinchadas y de más formas. De hecho, hay algo que aún no te hemos contado, y es que las hojas de esta planta también son comestibles.
Recuerda que el amaranto es de la misma familia que plantas como las acelgas o las espinacas, por lo que no debería sorprendente conocer que sus hojas se comen.
El primer paso para consumir semillas de amaranto es imprescindible: lávalas bien.
Al ser un pseudo-cereal, las semillas de amaranto se pueden cocinar de una forma muy sencilla. Sólo deberás prepararlas igual que cocinas el arroz o la quinoa.
En algunas zonas del mundo es muy común consumir la planta de amaranto (las hojas) al vapor, como hacen en la India. Allí se conoce como ‘laal math’ o ‘chawli leaves’. También es popular su consumo a la plancha, especialmente en China, donde la llaman ‘yin choy’ o ‘la espinaca china’.
Además, la semilla de Amaranto ha sido utilizada en múltiples aplicaciones como en productos de panadería, aglutinante para hamburguesas, aderezo para ensaladas, cremas, salsas e incluso para obtención de bebidas vegetales.
Es importante mencionar que en cada caso puede tratarse de una planta de amaranto de una especie distinta. En Qomer comercializamos semillas de Amaranthus Caudatus.
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