El aceite extraído de las semillas de Moringa oleifera es rico en nutrientes esenciales como vitaminas A, C y E, ácidos grasos omega-3, 6 y 9, y minerales como calcio, hierro, magnesio y zinc. También contiene antioxidantes y compuestos bioactivos que aportan numerosos beneficios para la salud.

Este aceite destaca por sus propiedades hidratantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Es ideal para hidratar y nutrir la piel, ayudando a mantener su elasticidad y a combatir los signos del envejecimiento. También es efectivo para el cuidado del cabello, promoviendo un cuero cabelludo saludable y fortalecido, y combatiendo la caspa y el cabello seco y dañado. Además, sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes pueden ayudar a reducir la inflamación y proteger contra el daño oxidativo.

Originario del norte de la India. Conocido desde la antigüedad como el “árbol milagroso” o “árbol de la vida”, el aceite de moringa ha sido utilizado por sus propiedades curativas y cosméticas en la medicina tradicional ayurvédica y en otras culturas antiguas como la egipcia, griega y romana.